miércoles, 28 de septiembre de 2011

Travesía Familiar





En mi familia como en el resto de las familias, me imagino organizarse es todo un problema, por más programado que este el viaje es eminente una disparidad en la salida, transcurrido, predicciones y aspiraciones de los viajeros. Días atrás mi familia paterna decidió visitar el pueblo donde nacieron y vivieron hace más de 30 años, aprovechando el primer aniversario de fallecido de nuestro tío Hermes de Jesús Graterol Santander (Manuel Graterol), mejor conocido como Graterolacho famoso poetista, escritor, publicista y humorista venezolano, la salida se efectuó 2 horas después de la establecida, el compartimiento en la Van fue distinto a lo acordado, caras largas durante el trayecto, por un momento agradecí tener mi tesoro conmigo, esa famosa creación IPOD con mis súper y mega audífonos que no permiten el ruido exterior. Sólo veía la gesticulación y caras, pero escuchaba mi repertorio que iba desde bachata hasta el rock. Quizás me tildaron de asocial, pero sé que mi úlcera no sufrió. Ya aproximándonos al territorio de Turén -nuestro destino- noté cambios y tratos de amabilidad dentro de los pasajeros.



Al llegar al pueblo, fuimos directamente a la Iglesia donde sería la misa del difunto tío, allí nos aguardaban el resto de los familiares que decidieron ir en carro particular, el pueblo creo cubrió y superó la expectativa de los que no lo conocíamos, en lo personal pensé sería un pueblo de dos calles, pero no es un pueblo grande y con algunas modernidades. Lo que si no esperaba era el calor que hacía por esas tierras.



Al salir de la misa y tomarnos las respectivas fotos en la iglesia con familiares y allegados. Nos trasladamos a la Plaza Bolívar de Turén, que pueblo y ciudad no tiene una plaza con ese nombre, en fin, se me ocurrió llevar la contraria y parar a un señor que vendida raspados, creo fueron los mejores raspados que había consumido en años, nadie quería pero bastó que yo detuviera al vendedor para que el señor hiciera la semana en esa venta, yo por me disfruté dos, uno limón y uno de uva, de verdad delicioso, mire a la esquina y vi como hacían plátanos verdes fritos (tostones) en mi complejo de Chef recorriendo Turén y probando cualquier manjar autóctono, me acerque para consumirlos. Bueno la familia no solo solventó económicamente al señor de los raspados sino a los tostoneros.



Luego pasamos al punto de dirigirnos a un restaurante muy folklórico a degustar de un plato típico de la región llanera picadillo (sopa de res lagarto sin hueso y yuca picada todo en dados), el calor era devastador así que no faltaron las frías (cervezas) para refrescar a los tripulantes del vapor del pueblo. Hasta ahí todo bien, luego vino el problema de “Yo no como eso”, “Yo quiero parrilla”, “Será que alcanza para todos”, como dos horas más para decidir que llevarse a la boca, después de avanzar con lo del almuerzo, nos dirigimos a recorrer el pueblo, entre mi papá y mis tíos nos hacían retóricas del urbanismo y de lo que nuestros ojos veían, por más asocial y amor por mis Ipod en ese momento estaban modo Off , muy conmovida por la energías que había en la Van, pasamos al frente de una Escuela Nacional Tiberio Graterol nombre que rinde homenaje a mi abuelo paterno y el Centro de Cultura llamado Manuel Graterol Santander, en homenaje a Graterolacho, es decir, de vivir en Turén seriamos parte de las celebridades de la zona.



El retorno estuvo más calmado y fue menos estresante. Recordé esas películas “Vacaciones en Familia” nada alejada de la realidad. Ciertamente la familia no sé elige, sin embargo agradezco a diario a Dios por la familia que tengo, porque dentro de todo son gente de bien y cada uno sabe que cuenta con todos.





A la memoria de Manuel Graterol Santander. 1935-2010

martes, 8 de marzo de 2011

TIEMPO



Viendo mi blog me percaté que no escribía desde el años pasado, esa frase suena tan lejos, pero si se fijan bien aunque el tiempo va como Fernando Alonso, lo que ha pasado tampoco es que sea mucho, si volteamos están muy cercas las fiestas navideñas, las hallacas que aún no ¡hemos eliminado de nuestro cuerpo!, aún tenemos el ratón del primero de enero y capaz no hemos estrenado el regalo del amigo secreto.


Analizar el tiempo es tan profundo y extenso, porque como dicen “todo cambia en tan sólo un segundo” y desde el primer día del año a hoy han pasado millones de segundos, por lo que se podrán imaginar las posibilidades del cambio. Hace una semana un anónimo me dijo “Podemos comprar de todo, pero no podemos comprar el tiempo”… en esas líneas dice todo, si perdemos el tiempo no lo recuperamos, como si perdiéramos un celular o aparece o nos compramos otro, pero como compramos el tiempo que nos da la vida. Lo más triste es que no tenemos un indicador del tiempo, por eso cada segundo cuenta, cada segundo hay que saberlo vivir.


Una semana en donde recibí varias señales acerca del tiempo, la del anónimo, un capítulo de Grey`s Anatomy, un sueño en donde me encontraba en un país (Canadá) acostada en un cuarto sin luz, donde solo podía salir al baño y comer, pero la gente me decía estas fuera de Venezuela, pero eso que soñé no era vida. En fin, a lo que quiero llegar es que tengo como señal un frase de un desconocido, un capitulo de una serie, un sueño oscuro y una realidad: hace un par de días falleció un amigo de la infancia en un accidente de tránsito, al enterarme de la noticia recordé los buenos y viejos tiempos, también se me vino a la mente la cantidad de veces que por chat facebook con el hoy difunto planeábamos reunirnos, pero nunca concretábamos nada por falta de tiempo… Hoy sólo quedará recordar el ayer, porque el hoy se hizo esperar de un tiempo y lamentablente a él se le agotó el tiempo.


Frases súper trilladas pero que se vienen como anillo al dedo en este relato: “No dejar para mañana lo que puedes hacer hoy” “Vive cada día como si fuera el último” “De lo que estamos seguro es de la muerte”