...
Sin embargo podemos seguir, sonriendo, viviendo y aferrarnos al amor secundario, ese amor involuntario, familiar y amigable qué todos sembramos sin esperar nada a cambio.
Pero que está siempre allí para levantarnos y dardos ánimos de seguir y nuevas ganas de reír.
E.G 09/08/2008
No hay comentarios:
Publicar un comentario