Qué difícil es ser mujer, que difícil es sentir como mujer, somos de Venus, somos débiles, somos las lloronas, somos las necias, somos las cornudas, somos realmente el sexo que vino a padecer, somos las víctimas o quizás solo sean mitos de los hombres para lograr aminorar el poder de las mujeres. Realmente somos divinas, somos inteligentes, apasionadas, fuertes, sin duda somos la mejor opción que tienen los hombres para superarse… Esto no lo leí en ningún libro, esto lo he sacado de lo que vivo a diario, ya que a diario me relaciono con tremendas mujeres, que trabajan, cuidan de sus hijos, siente devoción por sus padres y familiares, respetan al vecino, y sobre todo se respetan a sí mismas, estas mujeres marcan cada día mi vida, desde un simple consejo hasta una demostración de cariño, son las bases para que yo escriba sobre ellas.
Cuando hablo de mujeres que han marcado mi vida no puedo dejar de nombrar a mis abuelas Amira Teresa Saldivia de Collantes y Benigna de la Chiquinquira Pastrán de Graterol, mujeres de antaño, mujeres que a temprana edad perdieron a sus maridos – mis abuelos- y hasta la fecha ningunas de las dos han reemplazado a sus amantes, hubo una época que hubiese querido que ambas consiguieran a otro príncipe, pero ellas se olvidaron de sentir y ese amor se los transmitieron a sus hijos y nietos, hoy en día se lo traspasan a sus bisnietos. De esta clase de damas hoy en día ya no quedan, ambas al enviudar debieron salir a trabajar para mantener sus diez y seis hijos respectivamente. En la lista se suma mi madre de la generación que trabaja de manera profesional y cuida de sus pequeños, la profesión de mi madre tenía un horario muy peculiar ella es enfermera, y habían fechas en que ella simplemente debía cumplir la guardia un fin de semana, navidad, año nuevo, y sin embargo ella hacia lo posible para compensar esos días. Mi madre ha sabido mantener, organizar y administrar a nuestra familia, y sobretodo que a sus más de 30 años de matrimonio aún sigue cautivando a mi papá.
Si de mujeres se trata, mis tías son bárbaras en total tengo nueve (9), seis maternas y tres paternas, cada una en su momento me ha dejado un legado, una clave de su propio éxito, a cada una la respeto por lo que son y por lo que proyectan, con sus nombres defino su personalidad, esto lo haré de orden cronológico: Moraima Collantes: Adaptación, Pilar Graterol: Temple; Virginia Collante: Confianza, Ma. Antonieta Collantes: Orientación; Griselda Collantes: Gallardía, Carmen Graterol: Agradable, Melida Collantes: Ternura, Natalia Collantes: Alegría y Dagmar Carolina Graterol: un Vacilón, en líneas generales estas mujeres son para mí unas heroínas, son madres y tías promotoras de su legado de ser unas mujeres de verdad, apasionadas de lo que hacen y entregadas a lo que amán.
De todas estas mujeres que he nombrado, conmigo se formaron un par de mujeres que amo por encima de todo, estas ladys son mis hermanas Glenda Graterol; ella es ejemplo de definición de lo que siempre le gusta, mi hermana mayor nunca se ha limitado por el qué dirán siempre ha hecho lo que a ella le parece, desde estudiar una carrera que para muchos no es carrera, logró que creyéramos en ella y se convirtió en la mejor diseñadora de modas que conocemos, espero ese carácter se lo transfiera a otra mujercita a la que amo a mi sobrina Mía. Por otra parte, está Ma. Fernanda Graterol-mi manita-, ella para mí es la más peculiar, siempre realza con su frescura y sus ganas de echar para adelante, al igual que Glenda ambas por su condición de ser del signo libra, son súper apasionadas con lo que hace, y se enfocan en lo que son, sin importarles comentarios de terceros.
El poder de las mujeres se mide, por la capacidad que tenemos de surgir en la intemperie, de evolucionar después de una desilusión, de evaluar después de un error, de proyectar después de una detención, y sobre todo de amar sin límites ni renglón.
Son muchas las mujeres que he dejado de nombrar aquí, pero que de alguna forma me han forzado hacer quién soy…
Cuando hablo de mujeres que han marcado mi vida no puedo dejar de nombrar a mis abuelas Amira Teresa Saldivia de Collantes y Benigna de la Chiquinquira Pastrán de Graterol, mujeres de antaño, mujeres que a temprana edad perdieron a sus maridos – mis abuelos- y hasta la fecha ningunas de las dos han reemplazado a sus amantes, hubo una época que hubiese querido que ambas consiguieran a otro príncipe, pero ellas se olvidaron de sentir y ese amor se los transmitieron a sus hijos y nietos, hoy en día se lo traspasan a sus bisnietos. De esta clase de damas hoy en día ya no quedan, ambas al enviudar debieron salir a trabajar para mantener sus diez y seis hijos respectivamente. En la lista se suma mi madre de la generación que trabaja de manera profesional y cuida de sus pequeños, la profesión de mi madre tenía un horario muy peculiar ella es enfermera, y habían fechas en que ella simplemente debía cumplir la guardia un fin de semana, navidad, año nuevo, y sin embargo ella hacia lo posible para compensar esos días. Mi madre ha sabido mantener, organizar y administrar a nuestra familia, y sobretodo que a sus más de 30 años de matrimonio aún sigue cautivando a mi papá.
Si de mujeres se trata, mis tías son bárbaras en total tengo nueve (9), seis maternas y tres paternas, cada una en su momento me ha dejado un legado, una clave de su propio éxito, a cada una la respeto por lo que son y por lo que proyectan, con sus nombres defino su personalidad, esto lo haré de orden cronológico: Moraima Collantes: Adaptación, Pilar Graterol: Temple; Virginia Collante: Confianza, Ma. Antonieta Collantes: Orientación; Griselda Collantes: Gallardía, Carmen Graterol: Agradable, Melida Collantes: Ternura, Natalia Collantes: Alegría y Dagmar Carolina Graterol: un Vacilón, en líneas generales estas mujeres son para mí unas heroínas, son madres y tías promotoras de su legado de ser unas mujeres de verdad, apasionadas de lo que hacen y entregadas a lo que amán.
De todas estas mujeres que he nombrado, conmigo se formaron un par de mujeres que amo por encima de todo, estas ladys son mis hermanas Glenda Graterol; ella es ejemplo de definición de lo que siempre le gusta, mi hermana mayor nunca se ha limitado por el qué dirán siempre ha hecho lo que a ella le parece, desde estudiar una carrera que para muchos no es carrera, logró que creyéramos en ella y se convirtió en la mejor diseñadora de modas que conocemos, espero ese carácter se lo transfiera a otra mujercita a la que amo a mi sobrina Mía. Por otra parte, está Ma. Fernanda Graterol-mi manita-, ella para mí es la más peculiar, siempre realza con su frescura y sus ganas de echar para adelante, al igual que Glenda ambas por su condición de ser del signo libra, son súper apasionadas con lo que hace, y se enfocan en lo que son, sin importarles comentarios de terceros.
El poder de las mujeres se mide, por la capacidad que tenemos de surgir en la intemperie, de evolucionar después de una desilusión, de evaluar después de un error, de proyectar después de una detención, y sobre todo de amar sin límites ni renglón.
Son muchas las mujeres que he dejado de nombrar aquí, pero que de alguna forma me han forzado hacer quién soy…
Dedicados a mis amigas, conocidas, primas, hermanas, tías, sobrinas, abuelas y a mí Madre.
EG.8/06/2009
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